martes, abril 26

Pétalos en nuestros dedos.

Hace frío, muchísimo, me tiembla la mandíbula y las rodillas. No tengo abrigo, a decir verdad no lo necesito, o más bien no lo quiero. No planeé a donde ir así que miro a ambos lados mientras me muerdo los labios... ¡a la izquierda!. Ya estoy harta de tocar fondo e ir a la derecha siempre.

Me concedo el lujo de no tener ganas de nada, excepto de tu mirada, por un rato, por esta noche. Mañana sonreiré al pensar en esto mientras tomo una ducha o tal vez mientras escriba otro poema.

Las razones para volver a casa me acechan y persuaden, y yo las evado con el pretexto de un cielo estrellado, una luna sonriente y el césped colándose por entre mis ahora, húmedos dedos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario