martes, abril 26

Pétalos en nuestros dedos.

Hace frío, muchísimo, me tiembla la mandíbula y las rodillas. No tengo abrigo, a decir verdad no lo necesito, o más bien no lo quiero. No planeé a donde ir así que miro a ambos lados mientras me muerdo los labios... ¡a la izquierda!. Ya estoy harta de tocar fondo e ir a la derecha siempre.

Me concedo el lujo de no tener ganas de nada, excepto de tu mirada, por un rato, por esta noche. Mañana sonreiré al pensar en esto mientras tomo una ducha o tal vez mientras escriba otro poema.

Las razones para volver a casa me acechan y persuaden, y yo las evado con el pretexto de un cielo estrellado, una luna sonriente y el césped colándose por entre mis ahora, húmedos dedos.

domingo, abril 24

... Estás hermosa

Comme vous parler, si je n'arrête pas de vous voir dans silence
Como evitar observarte...
si hoy presiento que estás preciosa,
como evitar imaginarte...
si tu presencia me obliga hacerlo.
Como evitar pensarte...
si el eco de tus pasos ronda mi cabeza,
como evitar soñarte...
si hoy dulce niña... no puedo mentir más.
Como evitar mirarte...
si no dejo de soñar este momento,
como evitar sonreírte...
si hoy... estás hermosa.


Cuando me encontré conmigo mismo

Cosas que uno puede llegar a escribir para desahogar la convulsión de miedos y sensaciones de persecución derivadas de un atraco antes del desayuno.

No era ni mañana ni tarde. No se si soñaba, pero sentí la libertad que se pierde en la existencia; la bicicleta me llevaba calle abajo sin saber lo que nadie esperaba, sin creer lo que estaba por suceder.
Pedaleaba con la tranquilidad en los pies y con la ligereza que hace que el alma quiera volar, era viento y un fuerte remolino de hojarasca era mi mente confusa en donde mil pensamientos revoloteaban como moscas a un cadáver. El camino se perdía en un túnel sin fin de ramas y hojas confundiéndose entre la espesa oscuridad de la noche naciente; un frío subía lentamente a súbitos mordiscos por mi espalda mientras sentí una presión en el pecho, una asfixia cercana me anunciaba vientos de muerte mientras la vista se nublaba… Ya no pedaleaba.
Fue en ese instante, el preciso momento que en que divisé una figura humana ante mí; su rostro me era conocido, era similar a mi, eran mis facciones, era otro yo que me observaba como a un extraño, era alguien que trataba de encerrarme en mi confusa mente mientras yo caminaba hacia él sin dar ningún paso adelante; fue cuando entonces resolví conversar con mi reflejo;
– ¿Quién es usted? – Pregunté, – ¿Quién es usted? – respondió mi otro yo en un tono seco que luego fue eco en el aire. En un corto tiempo vinieron otras preguntas que surgieron pero la respuesta era la misma: – ¿Quién es usted? –.
Todo se convirtió en un monólogo absurdo y sin sentido, de repente, la ira se apropió de mí pero cuando decidí reaccionar ya era tarde; en una conjunción de miedo, furia, espanto y confusión sentí como un frío viento entraba en mi pecho a la par que un reflejo sacaba de mí el brillo cortante del latón.
Era mi muerte y yo mi propio asesino, y, mientras yo huía de mi mismo, sentía en lo profundo el desangramiento súbito; simultáneamente el mismo viento que me condujo a este interminable embudo me liberó de él y en dos segundos continué el camino del recuerdo; la libertad y una brisa fría ahora murmuraban y agitaban el sino en mis ramas, era yo, el único yo, ERA YO QUIEN HUÍA DE MI MISMO.

domingo, abril 10

Quisiera ser


Quisiera ser un vampiro para poderte espiar entre el frío de las tinieblas y a la luz de la luna ser el espectador de tus caminos y el guardián de tus sueños. A veces quisiera ser un fantasma que vislumbre tus pensamientos y adivine tus emociones, que sepa lo que sientes y lo que no dices. Y al amanecer, de nuevo convertirme en un ángel que cuide tus pasos e ilusiones, saber a donde me llevas contigo y ver como llenas tu mundo mientras te espero desde el cielo. Quisiera ser el aire que inhalas por tus pulmones para conocer el fondo de tu pecho y escuchar tu corazón; quisiera ser la sangre que da calor a tu cuerpo y cura tus heridas, como quisiera!, ser el juez de tu conciencia para saber si alguna vez me extrañas, navegar por el mar de tus pensamientos y las tormentas de tus pesares. Quisiera darme fuerza para que nunca me faltes y esperarte algún día entre mis brazos para no soltarte, cargar con tus amarguras y penas, convertirme en un bufón lleno de gracia para contemplar tu risa, ser el edecán de tu sendero y una luz en tu camino para que no te pierdas... o te sientas sola.
Como quisiera!... vivir entre la dulzura de tus labios y la gracia de tus manos, treparme en la enredadera de tu cabello y colonizar tu piel. Ser el único admirador de tus ojos y conocedor de tus juegos. Ser un caballero y tu mi bella dama para protegerte con la valentía de mi espada y la potencia de mi corcel. Quisiera ser un superhéroe que reviva en los peligros para salvarte entre mis manos, y crear una fábula con mis aventuras para que la gente sepa lo que es el verdadero amor. Quisiera ser el osito que te acompaña en las noches, porque conoce el valor de tus abrazos y arma una fiesta entre tus sábanas.
Quisiera ser un pirata que explore tus valles y arme un mapa con tus rincones más profundos; para ocultar mis tesoros dentro de tu ser y ningún otro intente desenterrarlos. Quisiera ser eternamente joven para amarte sin medida y que mi existencia se realce a tu lado... por que sin ti no soy nadie, tu eres mi razón para vivir, y la única mujer en mi vida porque la que sería capaz de darlo todo!, hasta morir.